La influencia de las amistades
Cuando un joven se mete en problemas, en ocasiones, oímos a los padres o familiares decir “es buen muchacho, pero los amigos lo llevaron por mal camino”. Esto puede tener algo de verdad. Es cierto, que las amistades tienen una influencia sobre nuestra conducta. Pero también es cierto, que elegimos amistades afines a nuestros intereses y valores. Sin embargo, pocas veces la familia se pregunta ¿por qué nuestro hijo (nuestro primo, hermano…) eligió juntarse con personas que resultaron una “mala influencia”? o ¿Qué pudimos haber hecho para evitar que se juntara con esos amigos? En este último sentido, la mayoría de los padres creen que han cumplido con su responsabilidad al simplemente advertir al hijo que “fulano no es una buena persona o no te conviene andar con él”. En ocasiones, este tipo de mensajes puede bastar; pero, en la mayoría de los casos no es suficiente porque la familia ha omitido complementar la advertencia verbal con la congruencia en la conducta. Muchas familias no se preocupan por proveer a sus hijos de modelos de los que es una amistad “sana”. Creen que es algo que los hijos deben aprender por sí solos. ¿A qué me refiero? Para empezar, a veces, los padres no cuidan sus propias amistades. El compadre puede ser borracho, mujeriego y con principios éticos poco claros; pero cae bien. Sin embargo, al mismo tiempo, sermonean al hijo para recomendarle que no salga con gente a la que le guste tomar. Así que una buena pregunta que los padres se podrían hacer es: ¿Mis amigos representan las cualidades y valores que yo quiero fomentar en mi hijo?
Pero el proveer modelos de lo que es una amistad positiva también implica el que los padres acerquen a sus hijos a grupos con ambientes más sanos. Si las amistades de los padres reflejan los valores que ellos quisieran transmitir a sus hijos, entonces el acercar a sus hijos a ambientes más sanos puede ser tan sencillo como realizar actividades con los amigos en las que los niños de ambas familias pueden convivir y divertirse. El que la familia cuente con amistades que sean un buen ejemplo es muy importante ya que permite satisfacer la necesidad de pertenencia sin ir contra nosotros o contra la sociedad.
Si los padres desean que sus hijos tomen buenas decisiones respecto a las amistades tienen que enseñarles con su ejemplo y tienen que ser conscientes que así cómo sus hijos necesitaron de su apoyo para aprender a hablar, a caminar, etc; también necesitan de su ayuda para aprender a formar amistades sanas. No pueden ser negligentes en este sentido, creyendo que los niños/jóvenes solos, sin ninguna guía, aprenderán a elegir de manera correcto